La justicia climática como derecho humano relacionado con el hábitat: Conclusiones de la CoP26 para avanzar en la acción climática liderada por los-as ciudadanos-as

El martes 30 de noviembre, la Coalición Internacional del Hábitat celebró el evento “La justicia climática como derecho humano relacionado con el hábitat: Conclusiones de la CoP26 para avanzar en la acción climática liderada por los-as ciudadanos-as” con el objetivo de debatir los resultados de las negociaciones climáticas de Glasgow en el marco de la justicia climática y los derechos humanos, al tiempo que se destacaron algunas de las vías clave para construir la justicia climática desde una perspectiva territorial, anclada en los derechos humanos relacionados al hábitat. El evento reunió a un grupo diverso de ponentes con el fin de comprometerse tanto con las discusiones que se llevaron a cabo durante la COP26 como con las numerosas voces y enfoques del movimiento de justicia climática. Puedes ver el vídeo completo del evento aquí (en inglés). 

El evento comenzó con una introducción por parte de la Presidenta de HIC, Adriana Allen, durante la cual destacó los esfuerzos de la coalición durante 2021 para aumentar su compromiso y participación con la justicia climática, sobre todo en octubre con el lanzamiento de un llamamiento global para que la justicia climática sea tratada como un Derecho Humano fundamental relacionado con el Hábitat. Este llamamiento se basó en los cinco pilares del Manifiesto Voces del Hábitat de HIC y se apoyó en la articulación y los testimonios de las iniciativas de los miembros de HIC en todo el mundo. 

La apertura fue acompañada por un mensaje de Balakrishnan Rajagopal, Relator Especial de la ONU sobre el Derecho a una Vivienda Adecuada, señalando los vínculos entre la justicia climática y la justicia para la vivienda, llamando a la necesidad de avanzar hacia la descarbonización del sector de la vivienda, a implementar medidas para prevenir el desplazamiento masivo como consecuencia de los desastres relacionados con el clima y los conflictos ambientales, así como a avanzar hacia los procesos de control democráticos de recursos para la adaptación y mitigación. Además, el relator destacó que, a pesar de los avances en el reconocimiento del derecho a un medio ambiente sano como un Derecho Humano y la creación de un nuevo mandato sobre Derechos Humanos en el contexto del Cambio Climático por parte del Consejo de Derechos Humanos, durante la COP26 se perdió una oportunidad histórica para abordar las causas fundamentales del cambio climático, no reconociéndose un enfoque basado en los derechos humanos para abordar el cambio climático.

Tras estas palabras de apertura, tuvo lugar un primer panel centrado en las principales conclusiones de la COP26 desde la perspectiva de la justicia climática. Nessim Achouche (Fundación Rosa Luxemburgo) destacó las carencias en materia de participación, especialmente de representantes y organizaciones del Sur Global (acentuadas por el contexto de la pandemia), al tiempo que señaló la necesidad de cuestionar y problematizar la noción de “transición justa” adoptada en el texto final sin ninguna implicación tangible de lo que significa, especialmente para los trabajadores y las comunidades impactadas por el cambio climático, abriendo el camino a la reapropiación a través de los intereses corporativos. El Sr. Achouche terminó su intervención destacando las movilizaciones que tuvieron lugar fuera de la cumbre principal, subrayando la necesidad de reforzar la solidaridad global entre los movimientos y de buscar espacios paralelos de articulación.  

De forma complementaria, David Dodman (Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo – IIED), contextualizó algunos de los debates que tuvieron lugar durante la COP26 en términos de estrategias y políticas en relación con el cambio climático y sus limitaciones cuando se ven a través de las lentes de la justicia climática. Centrándose en las estrategias de mitigación y adaptación y su relación con los derechos a la vivienda y al hábitat, el Sr. Dodman señaló cómo los marcos actuales se quedan cortos a la hora de abordar las vulnerabilidades y avanzar hacia una distribución justa en lo que respecta a los costes y beneficios de las actividades de mitigación y de abordar y reducir los desequilibrios históricos en cuanto a dónde y quién produce las emisiones. También destacó algunos puntos clave de intersección que deberían seguir de cerca desde los movimientos por los derechos del hábitat, como el debate sobre la ubicación de las viviendas y las crecientes emisiones relacionadas con el transporte, la tendencia a la gentrificación climática y las oportunidades de trabajar con las comunidades en la adaptación climática mediante la construcción de bajo coste con materiales locales y técnicas de construcción tradicionales. 

Tras este primer debate, tuvo lugar un segundo panel centrado en las posibles alternativas para avanzar en base a algunos de los ejes clave del manifiesto de Hábitat. Sebastian Duyck (Programa de Clima y Energía del Centro de Derecho Ambiental Internacional) se centró en las carencias y oportunidades para lograr la paridad en la participación política en la construcción de una agenda global de acción climática. El Sr. Duyck señaló los niveles de exclusión sin precedentes en términos de participación de la sociedad civil durante la COP26, destacando la necesidad de buscar proactivamente medidas que aborden el hecho de que no somos iguales en la toma de decisiones y la promoción de una perspectiva de democracia ambiental. Cerró su intervención señalando algunos avances recientes en términos de avanzar hacia un enfoque de democracia ambiental basado en derechos, como la entrada en vigor del acuerdo de Escazú sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe y el establecimiento de un mecanismo europeo de respuesta rápida para la protección de defensores-as del medio ambiente por la Convención de Aarhus.

Un llamamiento similar hizo Khady Camara (Vacances Vertes / Marcha de mujeres por la justicia climática en Senegal), quien destacó la importancia de la organización desde diferentes actores de la sociedad civil, señalando en particular las posibilidades de articulación de los movimientos de mujeres en torno a la justicia climática a través de una mirada de cuidado mutuo, solidaridad y responsabilidad social. La Sra. Camara compartió las acciones que está llevando a cabo su organización en Senegal y la histórica marcha de mujeres por la justicia climática organizada en el país en octubre, en la que más de 600 mujeres senegalesas firmaron un documento en el que se pedía la realización de acciones clave.

Joseph Schechla (HIC-HLRN) prosiguió con un llamamiento a avanzar hacia un hábitat global de derechos humanos sin guerras, destacando las formas en que la degradación del medio ambiente y la extracción de recursos naturales han estado en el centro del proceso de desplazamiento y desposesión en el contexto conflictos, ocupación y guerra, con consecuencias devastadoras para las comunidades, en particular los pueblos indígenas. Tal es el caso de las minas terrestres en el Sáhara Occidental, los vertidos tóxicos en Palestina y Puerto Rico y el uranio empobrecido y sus consecuencias medioambientales y sanitarias en Iraq. Aunque estos procesos han sido históricos y de larga duración, el Sr. Schecla señala una reciente tendencia creciente de “lavado verde” (“greenwashing”), mediante la intervención y degradación de los ecosistemas locales de los territorios ocupados por parte de empresas extranjeras en el marco de iniciativas de transición verde. 

Por último, Sandra Guzmán (Climate Policy Initiative) cerró el panel presentando algunos puntos clave del debate sobre la financiación del clima a lo largo de la COP26, destacando la importancia de ampliar y aprovechar los mecanismos actuales para garantizar que los instrumentos de financiación del clima no refuercen las desigualdades preexistentes y trabajen para disminuirlas y garantizar una profunda redistribución económica. Los resultados de las negociaciones han sido decepcionantes, con objetivos de transferencias de recursos no siendo cumplidos, mecanismos insuficientes para garantizar la prioridad de los países y comunidades más vulnerables y una distribución desigual de los recursos entre las regiones y dentro de ellas, acompañados de un sesgo general hacia la mitigación y la reducción de las emisiones sin centrarse suficientemente en la adaptación y las compensaciones de las pérdidas para las comunidades ya afectadas. Para cambiar este panorama, la Sra. Guzmán destacó la importancia de la movilización tanto de los países más vulnerables durante las negociaciones como de las comunidades para supervisar y participar en el debate sobre las definiciones presupuestarias y la asignación de recursos.

En general, el debate permitió obtener importantes ideas sobre cómo HIC y sus miembros pueden reforzar su trabajo en el frente de la justicia climática, destacando algunos de los puntos clave de discusión en relación con la intersección entre la justicia climática y los derechos del hábitat y señalando las posibilidades para mayor articulación con los grupos movilizados. En este sentido, el evento sirve como base para un esfuerzo y una discusión continua a lo largo de 2022 y más allá, a través de la creación y consolidación de un grupo de trabajo dentro de HIC dedicado a la justicia climática. Si te interesa formar parte de dicho grupo, permanece atento-a a nuestras redes y no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través de gs@hic-net.org.