Actualmente en Francia entre 80.000 y 100.000 personas viven Sin Domicilio Fijo (SDF). El movimiento de los Hijos de Don Quijote que realiza acampadas simbólicas en el centro de París -y de Lyon, Aix-en-Provence y Toulouse- desde el 16 de diciembre ha contribuido a poner sobre el tapiz la problemática de la vivienda.
Chirac, al ser elegido como presidente por primera vez en 1995, ya proponía “convertir en prioridad el problema de quiénes carecen de alojamiento”, pero los informes sobre la cuestión elaborados en 2002, 2003 y 2005 quedaron sin respuesta.
Es más, el actual Gobierno conservador congeló una ley votada por los socialistas el año 2000 que obligaba a todos los ayuntamientos a disponer de un mínimo de un 20% de viviendas sociales en sus municipios, y a lo largo de 2005 el Estado francés sólo ha financiado la construcción de 7500 apartamentos destinados a personas con un muy bajo nivel de ingresos.
La movilización social iniciada por los Hijos de Don Quijote y otras asociaciones ha acelerado el proceso para legislar una nueva ley que garantiza el derecho a la vivienda. El próximo 17 de enero el Gobierno presentará una ley sobre la cuestión. “En una primera fase, que entrará en vigor a finales de 2008, beneficiará a las personas en situaciones de extrema dificultad, sobre todo los SDF (sin domicilio fijo), pero también a los trabajadores pobres y mujeres solas con niños”, dijo el primer ministro Dominique Villepin. Además precisó que el horizonte para el 2012 es que “la ley se aplique a todas las personas o familias que viven en lugares insalubres o indignos”.
El “derecho a la vivienda”, como el “derecho al trabajo”, es reconocido por el eStado francés desde 1946 pero hasta ahora era un derecho del que nadie era legalmente responsable. Según Villepin, “el Estado garantizaría ese derecho” pero pudiendo siempre “delegar la materialización de la responsabilidad en las colectividades territoriales que lo deseen”.
Construcción de viviendas
El ministro responsable de Cohesión Social, Jean-Louis Borloo, que tiene entre sus responsabilidades el hacer posible la construcción de viviendas sociales necesarias -se calcula en tres millones los franceses mal alojados-, reconoció “haber tomado como modelo la ley votada por el Parlamento escocés”.
Para Les enfants de Don Quichotte “se están dando pasos que pondrían fin a un sistema montado sobre la provisionalidad. Hay que ofrecer estabilidad, alojamientos”, dijo Jean-Baptiste Legrand, presidente de la asociación. En su manifiesto o programa Les enfants exigían “un plan Marshall” para la gente que duerme en la calle, incluyendo abrir las 24 horas del día los dormitorios de urgencia, aumentando las viviendas sociales, requisando viviendas vacías y convirtiendo el derecho teórico a la vivienda en derecho exigible.