Murió el Cura villero José María “Pichi” Meisegeier

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“Homenaje a Pichi Meisegeier s.j.” en http://hic-net.org/pichi/index.php


El cura
villero José “Pichi” Meisegeier, quien reemplazó al sacerdote Carlos
Mugica en la Villa de Retiro hasta 1980, cuando durante la última dictadura
militar fue trasladado a otro destino, murió hoy, a los 75 años, por una
septicemia, informó la curia provincial de la Orden de los Jesuitas.

“Siempre estuvo con nosotros los pobres, siempre”, dijo a Télam Zulma
Moreti, una vecina de la Villa 31 en un intento por definir quién era para ella
el padre Pichi.

De origen alemán, el cura de la congregación de los jesuitas, optó por
dedicarse a los pobres, lo que lo llevó a trabajar en la capilla de Saldías (un
sector de la villa), y más tarde, tras el asesinato de Mugica el 11 de mayo de
1974, a reemplazarlo en la iglesia Cristo Obrero, de la misma villa.

Para Pichi, “el trabajo pastoral consistía en unir a los vecinos detrás de
causas nobles y justas, como la defensa de los derechos humanos, y entre esos
derechos, el de la vivienda”, explicó la mujer de 49 años, que estuvo con
él ayer pocas horas antes de morir.

Otra vecina, Amalia Aima, delegada de manzana, y representante de la Central de
Trabajadores Argentinos (CTA) en la Villa 31, coincidió en definir al cura como
un defensor de la vida.

“En plena dictadura ayudó a los vecinos que eran echados violentamente de
esta villa. Más tarde, los ayudó a integrar cooperativas en localidades del
conurbano como Derqui, San Miguel, José C.Paz, adonde habían sido arrojados,
sin ningún tipo de asistencia. En estos últimos años colaboró con nosotros en
la urbanización de algunas manzanas de la 31”, contó la delegada.

Su preocupación junto a otros curas del movimiento villero fue la creación de
cooperativas, como Copacabana, una organización autogestiva que logró que muchas
familias consiguieran tener una vivienda por sus propios medios, explicó la
vecina de la villa 31.

“Era muy sincero con nosotros, siempre venía con la verdad aunque fuera
dolorosa”, aseguró Aima al recordar la relación que el sacerdote mantenía
hasta hace poco cuando se reunía con vecinos de la 31, y estudiantes de la
universidad dedicados a la difícil tarea de urbanizar el enorme asentamiento de
Retiro.

La mujer contó que “el último día que vino a la reunión lo acompañamos a
tomarse un taxi. Ya no podía, tras la operación de cadera que tuvo, subir al
colectivo para volver a su casa”.

“Lo que puedo decir es que lo voy a extrañar, nos trataba de unir siempre
y nos hablaba con un respeto…”, dijo Aima entre sollozos.

El sacerdote murió hoy a las 8.30 en el Sanatorio San José del barrio porteño
de Palermo. Sus restos son velados hasta las 22 en la Casa de Nazaret, en
Carlos Calvo 3121, a pasos de la Iglesia Santa Cruz, y la inhumación tendrá
lugar en el Colegio Máximo, ubicado en la localidad bonaerense de San Miguel,
después del mediodía.


Algunos homenajes figuran en los siguientes vínculos:

 

http://www.nuevatierra.org.ar/2011/12/adios-al-padre-pichi-meisegeier/

http://www.aica.org/index.php?module=displaystory&story_id=29979&format=html&fech=2011-12-28