Plataforma de Entidades y Vecinos de La Mina

1.- Identificación general

Ubicación: Barrio de La Mina de Sant Adrià de Besòs (Barcelona)

Autor de la ficha: Equipo de la Plataforma.

2.- Historia, antecedentes y contexto

· Orígenes del barrio:
La Mina, al margen derecho del río Besòs, hasta los años 60 era una zona agrícola y semipantanosa. En 1967, la Comisaría de Urbanismo de Barcelona, controlada por el Sr. Porcioles, Alcalde de Barcelona, hace un Plan Parcial para los terrenos de La Mina. El Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona "compra (?)" a Sant Adrià de Besòs en 1968 17 hectáreas de ese terreno para construir vivienda para barraquistas y en 1969 empiezan las obras.
En la primera fase se crea la conocida como Mina Vieja, formada por 13 bloques de cinco niveles de altura. En una segunda fase, viendo que no tendrían suficientes terrenos para recolocar a tanta gente, cambian los proyectos y crean La Mina Nueva, formada por un bloque de siete alturas, cinco bloques de diez alturas y uno de doce. La Mina Nueva tiene espacios exteriores más amplios pero todo queda muy masificado. En total se construyen 2,681 pisos.
Entre los años 1973 y 1974 se termina la ocupación de los pisos. Su procedencia, por barrios de origen, es:

– 469 familias del Camp de la Bota
– 352 familias de La Perona
– 310 familias de Can Tunis
– 107 familias de detrás del Hospital de St. Pau
– 397 familias de diversos rincones de Montjuich
– 52 familias de Riera Blanca, Francisco Alegre, etc.

El total de la población de La Mina era de 15,133 habitantes con un promedio de 5.6 personas por vivienda mientras en Barcelona era de 3.3 habitantes; eso convertía a La Mina en uno de los barrios más densos de Catalunya a nivel demográfico.

Respecto al origen, la gente que ocupó La Mina era mayoritariamente andaluza (un 70%), seguidos de murcianos, gallegos, extremeños y aragoneses. Venían de 262 municipios españoles diferentes. Aunque sólo un 25% de la población era de etnia gitana, de todos modos significaba una de las concentraciones gitanas más grandes de Europa (algo más de 3,000 personas, entre gitanos "españoles" y "húngaros"). En general, podemos decir que su nivel cultural era bajo o muy bajo; abundaba la gente analfabeta y con una situación laboral muy variada. Respecto al promedio de edad, la gente que vino a La Mina tenía una pirámide de edad totalmente diferente al resto de la población catalana: un 47.3% tenía menos de 16 años y por lo tanto muchos de ellos estaban en edad escolar.
Por otra parte, esta llegada masiva no fue acompañada de un buen seguimiento social del proceso. Tampoco se hizo una buena previsión de las necesidades escolares de los niños y niñas. El tema social y el educacional del barrio “empezaron mal” y son dos elementos fundamentales para valorar la actitud de las administraciones respecto a los múltiples problemas que siempre se han vivido en La Mina.

· Historia de La Mina en los años 80
 Los enfrentamientos entre los dos sectores comunistas (PSUC y PCC) supusieron una gran crisis para la Asociación de Vecinos y la expulsión de algunos profesionales que trabajaban en el barrio y que estaban comprometidos en las luchas del barrio. Los profesionales que, además de trabajar en el barrio, vivían en él, abandonaron la Asociación de Vecinos que quedó en manos del PCC.
En los años 80, todo el país entra en una fuerte crisis económica y el paro aumenta por todas partes. Eso impactó sobre todo en barrios "periféricos" como La Mina. Muchos trabajadores de SEAT o de grandes empresas se quedaron sin trabajo y la mayoría de jóvenes en edad laboral vieron cerradas todas sus salidas laborales y profesionales. Según el Padrón Municipal, el paro en La Mina llegó a ser de un 55 % de la población activa.
 Las Administraciones democráticas municipales y autonómicas, por su parte, ya se sentían un poco desbordadas por el proceso de descomposición y marginalidad que atrapaba a los barrios populares y, de manera muy especial, a barrios como La Mina. Se produce una "catalepsia" de las administraciones que facilita el desarrollo de las mafias de la droga y de la marginalidad que no existían en los orígenes del barrio.
 Los 80 son los años de la gran eclosión del mito de la heroina, el "caballo que te hace volar". Eso fortalece a las mafias, hace correr mucho dinero fácil, aumenta la criminalidad del barrio, la inseguridad ciudadana y trae la desgracia a muchas familias. El barrio se degrada a marchas forzadas.
 Por todo eso, el Parlamento de Cataluña aprueba un "Plan Especial para el barrio de La Mina". La pena fue que, una vez aprobado el Plan, nadie se acordó de presupuestarlo. Así que quedó todo en papel mojado.
 Como los problemas continuaban creciendo y había que disimular la catalepsia, en 1983, tanto la Generalitat como la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de San Adrián hicieron el "El Pla d’Urgència de La Mina". Este Plan sí fue presupuestado pero se llevó a cabo de una manera poco participativa y no tuvo la incidencia social que hubiera podido tener en otras circunstancias. Lo que queda de aquel Plan es la construcción del Parque del Besòs, la calle Cristóbal de Moura, hasta la vía del tren (el paso subterráneo por debajo de la vía y el puente sobre el río Besòs son de los años 90), y la mejora de la iluminación pública.
  Es importante recordar el esfuerzo que se hizo es estos años en el tema de la Educación de Adultos. Sólo recordaremos (sabiendo que nos olvidamos de mucha gente) a Montse Pujol y Paco García de Haro. Los resultados, en este contexto tan conflictivo, son espectaculares. El Ayuntamiento de Sant Adrià reconocía, en 1981, exactamente 3,744 persones analfabetas en el barrio. La mayor parte mujeres. En cambio, en un nuevo estudio del año 86, sólo figuran (según el Padrón) 2,614 personas; entre las personas recuperadas la mayoría son mujeres y entre ellas hay una gran parte de gitanas.
 Volviendo al tema de las drogas, es interesante recordar que, en la segunda mitad de los años 80 y vistas las desgracias humanas que rápidamente va produciendo la heroína, comienza a introducirse en el barrio una nueva droga, la cocaína, con la idea de que es mejor que la heroína y no es “tan mala”. Las mafias de las drogas se van "especializando" y fortaleciendo en su red social.
 Respecto al movimiento vecinal, es importante recordar que delante de tanta degradación y de la inoperancia de la Asociación de Vecinos comienza a aparecer, hacia 1987, un movimiento vecinal para tomar posturas delante de una administración cataléptica y unas mafias que actuaban a sus anchas. Ese nuevo movimiento vecinal se llamaba "La Permanente" y estaba impulsada por Paco Marín, vecino del barrio y regidor del Ayuntamiento de Sant Adrià. Esta Permanente, con la participación progresiva de personas preocupadas por la situación del barrio, intentaba crear un Proyecto Alternativo para el barrio de La Mina. La Permanente convocó asambleas de barrio y logró reunir en la plaza del Centro Cívico unas 3,000 personas.
 Las Administraciones eran como un muro donde rebotaban todas las propuestas que salían del barrio y eso se debía a que aquella catalepsia que sufrían era muy "selectiva". En realidad lo que las Administraciones querían era dejar que el barrio se degradara más para que ya no hubiese solución y así "hacer desaparecer" a La Mina, repartiendo a los vecinos por toda Cataluña y recuperando los terrenos para el mercado libre.
El Alcalde de Sant Adrià, Antonio Meseguer, negaba todos esos rumores, se ofendía mucho cuando se le preguntaba por esas cuestiones y decía que todo era mentira. Pero, en diciembre de 1987 "una mano inocente" fotocopió un documento de REGESA (la empresa que debía llevar a cabo la demolición del barrio de La Mina con un presupuesto de 3,700 millones de pesetas) y lo hizo llegar a la Permanente.
La Permanente decidió publicarlo en la prensa (el 16 de enero de 1988) y elaboró un Manifiesto con estos tres ejes:

– Queremos seguir viviendo en La Mina.
– Queremos vivir en una Mina Digna.
– Queremos participar en la mejora de nuestro barrio.

Además, se organizaron una serie de movilizaciones sociales que tuvieron la virtud de "paralizar el proyecto". A modo de ejemplo, el 25 de febrero se cerraron todos los comercios del barrio y unos 1,500 vecinos fueron a pie al Ayuntamiento de Sant Adrià donde el Alcalde hizo el compromiso formal de no querer expulsar a la gente del barrio.
La Administraciones implicadas expresaron por activa y por pasiva que se trataba de "estudios teóricos", pero que en ningún caso querían derribar La Mina. Y la Permanente respondía que si no la querían tirar, ¿para qué gastarse dinero es estudios tontos? Nunca hubo sintonía entre ambas partes. Al mismo tiempo, la credibilidad del Alcalde era prácticamente nula (fuera de los adictos que tenía infiltrados en el movimiento vecinal y que hacían su papel).
Fruto de ese proceso, la Permanente (que no era una entidad legalizada, sino un movimiento vecinal) entró en masa a la Asociación de Vecinos y “la resucitó”. Eso fue un acierto pero también el origen de los nuevos problemas que acabaron con la muerte de ese movimiento vecinal en los años 90. Al pasar de ser un movimiento vecinal asambleario a una organización "jerárquica" con cargos fue más fácil para las Administraciones, que no veían con buenos ojos a La Mina, generar una serie de luchas internas y crear un boicot político.
  A finales de los 80 Barcelona es nombrada Ciudad Olímpica para 1992. Eso generó espectativas para el barrio, que acabaron siendo una nueva frustración colectiva.

· Historia de los años 90
 En general, podríamos decir que los años 90 fueron nefastos para el barrio de La Mina. Eso no quiere decir que todo lo que pasó fuese malo pero sí que, globalmente, se juntó la tan repetida catalepsia administrativa con un aumento de lo que podríamos llamar "fuerzas negativas" del barrio.
Vayamos por partes:
 
a- Respecto al papel de las Administraciones:

En 1992 la ciudad vivió los Juegos Olímpicos, que en aquel momento se consideraron los mejores de la historia moderna y que ayudaron a transformar muchas cosas de la ciudad de Barcelona. Pero, a pesar de todo lo que se nos iba diciendo, todas esas transformaciones no afectaron en nada positivo a La Mina. Es más, una vez acabados los Juegos Olímpicos, llegaron los recortes económicos y sociales. A pesar de ello, las Administraciones continúan haciendo y presentando propuestas y planes para La Mina. Evidentemente, siempre con muy poco presupuesto para lo que dicen que quieren hacer. Por lo tanto no hacen más que generar frustración social.
Por otra parte, esos planes siempre iban acompañados de estudios y más estudios sobre el barrio. Pero siempre estudios hechos por "amiguetes", estrepitosamente inútiles y caros. Los vecinos de aquí sabíamos mucho más sobre el barrio de lo que decían los estudios. Los planes no abordaban la situación del barrio y la solución de sus problemas con la participación ciudadana, sino que intentaban cambiar su entorno a fin de que (como decían entonces) el barrio cambiase por el "efecto de la mancha de aceite":
– En 1992 se hace un Convenio entre el Ministerio de Obras Públicas, la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de Sant Adrià, que se llamó Plan del Margen derecho del Río Besós, a fin de recuperar los terrenos de esa zona.
– En 1993 se hace una modificación al Plan del año anterior y se constituye el Consorcio del Besòs, con la misma finalidad que su precedente.
– En 1994 se firma un Convenio Marco entre el Ayuntamiento de Sant Adrià y el Departamento de Benestar Social de la Generalitat, para temas de La Mina.
– En 1996 el Ayuntamiento de Sant Adrià hace una Propuesta de Actuación al barrio de La Mina.
– En 1998 se presenta el Plan de Transformació del barri de La Mina, en el que estamos ahora sumidos.

 b-Respecto a los Movimientos vecinales del barrio:
 En este contexto no es extraño que los movimientos vecinales estén desencantados y llenos de tensiones internas (muchas de ellas "provocadas"). La primera gran crisis de esta década empezó el año 1990, con lo que vino a llamarse "Guerra del Besòs". Esta guerra tuvo un período de gestación de más de dos años. Todo empezó cuando el Departament de Benestar Social de la Generalitat, dirigido por el Sr. Comas, había prometido 1,000 millons de pesetas para construir vivienda nueva para La Mina y poder rebajar así su densidad demográfica. El Ayuntamiento de Sant Adrià debía ceder los terrenos para esas nuevas construcciones. Pero, dado que, por una parte el Ayuntamiento no quería ceder los terrenos que desde La Mina se le pedían (los que cedía eran problemáticos, ya que eran los de una antigua reivindicación vecinal del barrio vecino) y que Bienestar Social, por otra, utilizaba este tema para no llevar a término los compromisos que tenía pendientes, se acabó “envenenando” la situación. Los terrenos asignados por el Ayuntamiento de Sant Adrià fueron unos del barrio del Besòs (COBASA) que los vecinos reivindicaban para servicios. La situación se fue deteriorando, hasta el punto que algunos vecinos del barrio del Besòs (COBASA) se echaron a la calle e incluso agredieron a los miembros de su A.V. que estaban en diálogo con la Permanent de La Mina. Aquella junta de la A.V. dimitió y algunos vecinos del Besòs crearon una Plataforma llamada La Palmera.
Este tema, cada vez más encendido, acabó con una batalla campal entre vecinos del Besòs y la policía antidisturbios. "Algunas voces muy concretas y dirigidas" del barrio de La Mina empezaron a lanzar la idea de ir a atacar a los vecinos del barrio del Besòs por "racistas", ya que no querían allí a los vecinos de La Mina. La Permanente del barrio de La Mina se lanzó a la calle para evitar esa guerra entre barrios y lo consiguió, pero a base de ser la perdedora. Los vecinos de La Mina se quedaron sin viviendas. Esta actuación de la Permanente fue el principio de la gran crisis interna de aquel movimiento vecinal de nuestro barrio.
 A partir de eso, la situación interior en el barrio de La Mina se fue "complicando" cada vez más. Por ejemplo, en 1992, la noche que los socialistas perdieron las elecciones para el Ayuntamiento, se produjo la ocupación masiva y "organizada" de 60 viviendas tapiadas que la Permanente estaba reivindicando al Ayuntamiento, en base a criterios objetivos y consensuados, para su distribución entre familias necesitadas y cívicas, con capacidad de responsabilizarse de la vivienda y de su entorno. Era un proyecto para crear tejido social positivo en el barrio que tampoco fue posible por culpa de las Administraciones.
Si añadimos que la Permanente sufrió un auténtico boicot político por parte de las Administraciones, y de algunos vecinos que seguían sus órdenes, podremos entender el proceso que llevó a la disolución de la Permanente en 1995. Sólo quedó una A.V. "simbólica" y sin ningún poder de convocatoria.

 c- Respecto a las "fuerzas negativas" del barrio:
Los años 90 son los años en los que se experimentan dramáticamente los efectos del boom de la heroína, sobre todo por el crecimiento de casos de SIDA y la muerte de muchos vecinos del barrio. Este efecto tan destructor de la heroína hizo que aumentase mucho el consumo de la cocaína y los negocios que arrastra a su alrededor. Las redes locals de tipo mafioso se fortalecieron y consolidaron, ante la absoluta "pasividad catatónica" de las Administraciones. El mercado de la droga, del oro y de los objetos robados se intensifica y no necesita ya ni esconderse.
 
d- Respecto a la inseguridad ciudadana:
En estos años aumenta mucho también la inseguridad ciudadana, la desprotección policial, los grupos de jóvenes (y no tan jóvenes) con actitudes incívicas y la ocupación de espacios públicos por parte de minorías muy determinadas. Crece, por lo tanto, el desánimo y la frustración de la gente del barrio que quería vivir en un espacio más cívico y normalizado.
 En este desolador contexto social en el que se estaba convirtiendo La Mina de los años 90 hay que tener en cuenta un hecho importante: la creación de la Plataforma d’Entitats de La Mina para intentar mejorar las cosas del barrio. Esta Plataforma tenía como objetivos la coordinación entre todas las entidades para mejorar los servicios que cada una prestaba al barrio y organizar actividades conjuntas (como las Semanas Culturales de La Mina) que, aisladamente, nadie podía llevar a término.
 Esta Plataforma de Entidades ha sido el núcleo de una nueva reorganización de la vida asociativa del barrio de La Mina. La Plataforma d’Entitats de La Mina está ahora haciendo el seguimiento de todos los proyectos actuales, tanto de La Mina como de su entorno, con el objetivo de que se escuche más la voz de los vecinos.
 
 3.- Objetivos, estrategias y alcances de la Plataforma

Tres elementos que definen a la Plataforma de Entidades y Vecinos de La Mina.

A- La Plataforma es un Proyecto Educativo y Participativo de barrio; no un proyecto político.
Al presentarse el actual Plan de Rehabilitación Urbanístico y Social de La Mina, unas cuantas entidades firmaron un Protocolo de colaboración para hacer un seguimiento del plan. Eso requería información, análisis y toma de posición por parte de todos, aunque algunos temas concretos pudiesen no afectar directamente a alguna de las Entidades.
 
B- Su Proyecto Educativo se fundamenta en la participación de los vecinos en todos los procesos de transformación del barrio.
Nuestra filosofía está resumida en el PROTOCOLO que firmaron todos los habitantes. En él hay ciertos ejes fundamentales:

1) Queremos participar: la educación cívica se crea siendo ciudadanos activos. Y queremos participar siempre a partir de estos tres valores fundamentales:
– el respeto
– la responsabilidad
– la autonomía
2) Funcionaremos en un sistema asambleario abierto:
– donde todos puedan decir lo que piensan
– respetando el orden del día
– respetando las opiniones diversas
– no interrumpiendo al que habla
– pidiendo siempre la palabra para hablar y hacerlo cuando el moderador la otorga
3) Las decisiones se toman por consenso, no por mayorías que se impongan a las minorías. Si un tema no está lo suficientemente maduro hay que volver a plantearlo con calma.
Evidentemente esta manera de hacer es lenta, difícil y "poco operativa". No es la mejor desde un planteamiento de eficacia política; pero, indiscutiblemente, creemos que es la más pedagógica y educativa.

C- El aspecto específico que aporta la Plataforma al Proyecto Educativo de Barrio es la voluntad de tener una visión global de todo el proceso de transformación
Si queremos que todos los ciudadanos de La Mina sean agentes educativos desde su ámbito concreto, la Plataforma pretende ser un punto de referencia de la globalidad del proceso. Creemos que ésta es una pieza fundamental para poder hacer una buena evaluación del conjunto. Por eso, siempre preguntamos, sin tener hoy por hoy una respuesta: ¿qué se hace?, ¿cuándo se hace?, ¿cómo se hace?, ¿cuánto cuesta?, ¿hacia dónde vamos?
Y esta pretensión de la Plataforma es la que desde la propia gerencia del consorcio (que es quien gestiona el plan de transformación), que sólo quiere dialogar sobre temas aislados, se niegan a asumir. Ésta es una de nuestras amargas quejas.
 
 4.- Componentes del programa o proyecto (breve descripción)
 
1) Ambito urbanístico
· Hemos participado en la fase previa de definición del Plan Urbanístico de Transformación. Tenemos un buen sabor de boca del proceso participativo que desarrollamos y del espacio de negociación que funcionó con el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs.
· Vivienda: cabe recordar que todas las viviendas del barrio son de protección oficial (régimen especial), lo que significa algunas limitaciones en el ejercicio de la propiedad, como que el valor legal es fijado por las propias administraciones. En el caso de la Mina, el precio (hasta el mes de noviembre de 2003) rondaba los 7,000 €.
Por consiguiente, los vecinos poseían una propiedad con muy poco valor, que no servía para avalar otros proyectos personales. Si tenemos en cuenta que el precio de compraventa del mercado era muy superior al precio establecido por ley, esto generaba que se debía comprar mediante dinero negro pues ninguna entidad financiera concedía préstamos por el valor de mercado. Así muchas viviendas cayeron en manos de quienes manejan dinero negro. Actualmente esta situación ha mejorado con un decreto de actualización que aproxima el valor legal al del mercado.
Existen otras actuaciones sobre las viviendas que están contempladas en el Plan Urbanístico arriba mnecionado pero que actualmente no tienen financiación y se corre el riesgo de que queden sin efecto. Estas son:

– insonorización acústica de los bloques próximos al cinturón del Litoral y la vías del tren
– insonorización acústica entre viviendas
– colocación de ascensores en los bloques de Mina Vieja
– salidas de humo por conducto único
– colocación de escaleras de emergencia, etc.

· Obras de urbanización previstas:

– Apertura de una Rambla que comunica el barrio con el resto de la ciudad, hasta el mar (actualmente finalizado el primer tramo).
– Reurbanización de las calles existentes
– Nuevos equipamientos: Comisaría (ya construida), Escuela Primaria y Instituto de Secundaria (ambos en construcción), Polideportivo, Biblioteca-Sala Cultural, Guardería, ampliación del Centro de Salud, etc.

En el horizonte immediato tenemos la definición del Proyecto de reparcelación que define el uso de cada parcela y distribuye las 1,000 viviendas nuevas que se van a construir en el barrio. Nuestro criterio fundamental al respecto es generar mezcla social, combinando distintos tipos de vivienda (libre mercado y protegidas), evitando de esta manera la reproducción de nuevos ghettos.

2) Ambito social
· El Consorcio Mina está llevando a cabo medidas para la formación e inserción socio-laboral, con resultados relativamente positivos.
· En la educación formal se trabaja para reducir el absentismo escolar, que es uno de los problemas que ha contribuido a perpeturar la pobreza en el barrio.
· Referente al consumo de drogas, hay varios servicios que ayudan a disminuir el riesgo de la población toxicómana. A pesar de las dificultades del tema se puede avanzar poco a poco.

A pesar de que valoramos positivas estas medidas que se van tomando, manifestamos nuestra preocupación por la falta de convergencia de todos los programas en un esquema global. Un instrumento que estamos liderando desde el movimiento ciudadano es el Proyecto Educativo de Barrio que puede ayudar a construir esta globalidad

3) Ambito de seguridad
A comienzos del 2003 se contruyó la nueva Comisaría. El despliegue de estos agentes en el barrio ha significado una mejora de la situación cotidiana, ya no hay tantas actitudes incívicas tan visibles (hogueras en las esquinas, carreras de coches, etc). Falta avanzar en los problemas más estructurales como las mafias y el tráfico de drogas. También se debe avanzar en el concepto de “policía de proximidad” que sea referente inmediato de la población y no genere tanto rechazo.

4) Desarrollo comunitario
En el 2002 consensuamos con la Administración un plan de desarrollo comunitario que ordenaba la participación de los vecinos, entidades y administraciones en el proceso de transformación del barrio. Este plan se estructuraba en distintos espacios de participación, como la comisión de seguimiento, el comité técnico, mesa de negociación, etc.
Lamentablemente ninguno de estos espacios está funcionando en la actualidad, resintiéndose las posibilidades de participación real. Nuestra rehivindicación es constante en este sentido porque estamos convencidos de que la única manera de que el PTM sea sostenible es contando con la implicación de los vecinos y vecinas.

 6.- Principales instrumentos utilizados
 
· Socio-organizativos

– criterio y forma organizativa
La Plataforma es una organización que ha ido creciendo y por tanto se ha tenido que ir adaptando a las necesidades de cada momento. Actualmente funcionamos con una asamblea ordinaria que se reúne los jueves, de manera quincenal.
Alternativamente nos reunimos por ámbitos de trabajo en dos comisiones: espacio público-vivienda y socioeducativo-laboral. De estos ámbitos surgen seis representantes que, conjuntamente con los dos técnicos que trabajan para la Plataforma, forman la comisión Permanente (grupo que ejerce la representación y organización de los debates de la asamblea).
– formación y capacitación
La Plataforma cuenta con dos trabajadores formados en desarrollo comunitario encargados de dinamizar los espacios, preparar debates y dar soporte documental. También ejercen representación en los espacios más técnicos de trabajo.
La particularidad y riqueza de la Plataforma es que está conformada por vecinos/as del barrio pero también por técnicos de los diferentes servicios que trabajan en La Mina, como los médicos, maestros, trabajadores sociales, etc. Esto permite formarnos una visión global de las dificultades y oportunidades que ofrece el barrio.
– proceso participativo
Los distintos espacios de la Plataforma (asamblea ordinaria, ámbitos de trabajo) representan una oportunidad de participar de manera continua y sistemática en los temas del barrio. Pero también vamos generando otros encuentros que funcionan de manera puntual y sobre algún tema concreto que permite la participación de vecinos/as que por diversos motivos no pueden participar cada jueves.
En esta línea organizamos jornadas sobre el espacio público, charlas sobre temas de interés, asambleas extraordinarias, encuestas.
– información y comunicación
Dada las especificidades de la población, la principal fuente de información son los contactos personales, las charlas informales en la calle. No obstante tenemos actividades que ayudan a uniformar el grado de información que transmitimos al barrio: el programa de radio “ASI VA EL BARRIO” aborda las informaciones de actualidad que más puedan interesar a nuestro barrio, incluyendo un bloque de entrevistas.

· Financieros
 Dependemos de subvenciones públicas del Consorcio del barrio de la Mina y cuotas de las entidades asociadas.
 
· Jurídicos
– figura legal: actualmente estamos en fase de legalizar la organización con el formato de asociación de personas físicas y jurídicas. Hasta ahora hemos funcionado con un protocolo y normas internas aprobadas por todos.
– convenios: tenemos convenios de prácticas con la Universidad de Barcelona por lo que nos envían a una persona de la Escuela de Trabajo Social cada curso y dos personas del Master de Mediación Comunitaria.
 
· Administrativos y de gestión
Tenemos una comisión de gestión encargada de administrar los recursos y hacer llegar información a la asamblea.

 7.- Logros y principales lecciones aprendidas
 
De todas las acciones que la Plataforma ha liderado en relación a la transformación del barrio querríamos destacar el proceso de negociación del Plan Urbanístico, ya que logramos introducir criterios sociales donde prácticamente primaban criterios urbanísticos.
 La cronología fue la siguiente:
Mayo 2001: presentación por parte de la Administración del anteproyecto de reforma urbanística. En esta exposición la mayoría de las opiniones de los vecinos dejaban en evidencia el escepticismo de este proyecto, ya que se subordinaban los cambios urbanísticos a las mejoras sociales. La Plataforma también mostró su disconformidad porque no se dilucidaban criterios suficientes para romper el ghetto urbanístico y social del barrio: las formas de conexión con el exterior eran escasas y poco definidas; había equipamientos importantes que perdían centralidad y se convertían en ghetos dentro del barrio (por ejemplo la escuela); se creaban porches en los bloques que no ayudaban a esponjar el barrio y podían significar nuevos espacios fuente de conflicto; se hacía un hotel de entidades donde no era posible que éstas desarrollasen sus actividades; se aumentaba la densidad de las viviendas en la zona más masificada del barrio. y no había acciones contundentes en el edificio de mayor conflictividad social.
Setiembre 2001: la Plataforma cree prioritario elaborar una propuesta urbanística distinta, teniendo en cuenta la visión de las personas y asociaciones que forman parte, por lo que se contrata a un asesor urbanista para conducir el trabajo de construcción de otra propuesta urbanística. En las assemblas se discutían los criterios generales y paralelamente cada asociación analizaba las repercusiones. Este trabajo, más las opiniones que los vecinos transmitieron en la exposición pública, fue lo que constituyó nuestra propuesta. Ésta fue presentada a la Administración durante el mes de noviembre, contemplando los siguientes criterios: más actuaciones respecto las conexiones hacia el exterior; no abrir porches sino cortar bloques de forma vertical para esponjar el barrio y abrir de esta manera una nueva calle; una escuela en la rambla del barrio; espacio para asociaciones distribuidos por todo el barrio y en edificios bajos; intervenciones de rehabilitación en todos los bloques y escaleras; actuaciones más contundentes en los bloques más conflictivos, reduciendo dos de ellos a la mitad de altura; mezcla constructiva de los distintos tipos de vivienda (régimen libre y de protección oficial) para garantizar la mezcla social; equipamientos metropolitanos distribuidos por el barrio, desmasificación del barrio.
Diciembre 2001: primera aprobación del Plan de la Mina, donde se introdujo alguna propuesta hecha por la Plataforma.
Enero-Marzo 2002: la Plataforma decide presentar alegaciones a la propuesta aprobada por la Administración, y decide trabajar en dos frentes:
– por un lado, hacer pública su propuesta al resto de vecinos del barrio para recoger sus opiniones, y
– por altro lado, se abre la posibilidad de negociar con la Administración criterios y propuestas del Plan de la Mina, antes del plazo fijado para presentar alegaciones

Consulta popular de la Plataforma al barrio
· 21-26/01: Exposición abierta al público, donde mediante unos paneles informativos y encuestas intentamos obtener la opinión de los vecinos a nuestra propuesta urbanística.
· 28/01: Asamblea informativa de barrio donde acuden 500 personas. La Plataforma vuelve a explicar su propuesta.
· 05-12/02: Asambleas informativas por bloques de viviendas, donde se vuelve a explicar nuestra propuesta pero en función de la afectación en el bloque. Acuden unos 400 vecinos y se recogen sus opiniones, y parte de ellas modifican la propuesta de la Plataforma.
· 25/02: Asamblea informativa de barrio donde acuden 500 personas, en la que se informa de los cambios definitivos en la Propuesta de la Plataforma y se aprueba una resolución a favor de mejorar la seguridad del barrio.
· La Plataforma organiza también un servicio para que los vecinos que no están de acuerdo ni con la propuesta de la Administración ni de la Plataforma presenten alegaciones dentro del plazo previsto.
· 08/03: presentación de las alegaciones de la Plataforma al Registro Municipal.

Proceso de negociación con la Administración
Se mantienen 6 reuniones, donde una comisión representativa de la Plataforma y otra representativa de la Administración negocian modificaciones del Plan Especial. Los acuerdos fueron los siguientes:
· La actual Rambla Camarón tiene que llegar hasta el parque del litoral.
· La calle St. Raimon de Penyafort tiene que contener una ancha acera que llegue hasta las instalaciones del Forum 2004.
· Creación de una calle peatonal, producto del corte de edificios de distintas calles del barrio.
· Ubicación de la escuela en la nueva rambla que proponen. La escuela deberá tener dos entradas para facilitar el acceso a todas las personas del barrio.
· En la Nueva Rambla, las nuevea viviendas no tienen que superar la altura de planta baja más cinco.
· Creación de un equipamiento metropolitano en uno de los bloques que se tira.

El proceso de participación de la Plataforma en la Reforma Urbanística del barrio significó un gran impacto, tanto a nivel interno por lo que tenía que ver con la reflexión y la formación en temas urbanísticos, como también por convertirnos en interlocutores de la Administración y haber sabido llegar a los vecinos del barrio en base a temas concretos que podía representar el futuro de su barrio.
En relación a nuestro trabajo con los vecinos, nos dimos cuenta de la gran falta no sólo de información sino también de comprensión que tenían muchos de ellos del Plan Urbanístico. Esto suponía una dificultad a la hora de opinar y amenudo se conformaban con saber cómo se resolvería su situación personal en vez de una visión genérica de barrio. Trabajar la implicación y participación de los vecinos en el proceso global de transformación significó un gran reto, vigente todavía. Para tal efecto es imprescindible que la Administración tenga una vía de información directa y constante con los vecinos.
En relación a la posibilidad de intervenir en las políticas públicas, también supuso un gran avance, puesto que la Plataforma se ha convertido en un agente cómplice, aunque no acrítico, con la actual propuesta urbanística. La Plataforma como movimiento social, ante este Plan de Transformación y con el conocimiento de anteriores experiencias transformadoras fallidas, no se ha querido situar sistemáticamente enfrente de la Administración sino que ha preferido buscar espacios donde los intereses de ambos puedan confluir, ejerciendo cada uno su papel político.
Otro reto en el que estamos trabajando consiste en centrar la importancia en el hecho de que los temas sociales planteados en el Plan de Transformación puedan ser también negociados en base a objetivos generales a conseguir en diez años.

8.- Palabras clave
Barrio de la Mina, transformación social y urbanística, desarrollo comunitario, participación activa, visión global, especulación, ghetto, marginación, educación, estigmas negativos, referentes positivos, proceso, seguridad, espacio público, proyecto educativo, Forum 2004, futuro.

9.- Fuentes
Radio local, revista del barrio, prensa, boletín informativo distribuido en los buzones, dosieres de prensa, documentos internos: documentos de escenario realizados periódicamente, actas de las asambleas y reuniones, recogida de prensa escrita).

10.- Contactos
Plataforma d’Entitats i Veïns/es de la Mina
Calle Xaloc 5 planta baja
08930- Sant Adrià de Besòs
Barcelona
00 34 93 3814205
plataforma@desdelamina.net

 

 

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A un año de los sismos: el proyecto de Reconstrucción Integral y Social del Hábitat en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca

A un año de los sismos: el proyecto de Reconstrucción Integral y Social del Hábitat en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca

El 7 de septiembre de 2017 un sismo con magnitud de 8.2 con epicentro en Chiapas, afectó gravemente comunidades de ese estado, así como de Oaxaca. En el segundo caso, los principales daños ocurrieron en el Istmo de Tehuantepec, Ixtaltepec, Juchitan, Ixtepec y muchas de las comunidades Binnizá (Zapotecas) e Ikoot (Huaves) fueron seriamente afectadas. El 23 de septiembre del mismo año, un nuevo sismo de magnitud 6.3 con epicentro en Ixtepec agravó el problema.