Programa “Ciudades sin violencia para las mujeres, Ciudades seguras para todos”

CISCSA realizó en la ciudad de Rosario, en el marco de la última etapa del Programa “Ciudades sin violencia para las mujeres, Ciudades seguras para todos”, el Taller de Diseño de Estrategias de Construcción de Seguridad Ciudadana y Urbana. Este taller se llevó a cabo el día 5 de noviembre con la participación de funcionarios/as municipales de distintas dependencias, integrantes del Área de la Mujer de la Municipalidad de Rosario, integrantes del Consejo Asesor de dicha Área, organizaciones feministas y de mujeres, instituciones de la sociedad civil, y representantes académicos.

Este taller tuvo como objetivo elaborar, conjuntamente entre los/as ciudadanos/as y los/as funcionarios/as del gobierno local, propuestas para la prevención y protección contra la violencia urbana. El trabajo se centró en las consecuencias particulares que sufren las mujeres respecto de la violencia urbana. Teniendo en cuenta esto, se trabajaron tres ejes diferentes: estrategias para la sensibilización sobre las violencias específicas que sufren las mujeres en las ciudades, estrategias para el diseño y mantenimiento de los espacios públicos y estrategias para la participación y el monitoreo de la ciudadanía en las políticas públicas referidas al tema.

Los distintos grupos que integraban el taller construyeron propuestas de trabajo para contribuir a lograr ciudades libres de violencia para las mujeres, y en consecuencia, más seguras para todos. Estas propuestas fueron construidas desde el marco de los derechos humanos y la perspectiva de género, posición en la que se situó desde el inicio este proyecto.

Previamente a este taller, se habían realizado dos talleres de capacitación. Los principales contenidos de esa instancia anterior, incluidas experiencias llevadas a cabo en distintas ciudades del mundo respeto de esta temática, fueron volcados en una galería de afiches que se utilizó como ¨disparador¨ de las discusiones y como fuente de fundamentos e ideas para el trabajo de ese día.

Surgieron las siguientes propuestas del Taller: la creación de redes inter-institucionales que aborden el tema; realizar campañas de sensibilización respecto de la violencia hacia las mujeres; así como actividades recreativas y culturales para lograr la reapropiación de los espacios públicos por parte de la sociedad, y especialmente por parte de las mujeres; el establecimiento de redes de contención para mujeres víctimas de violencia, como por ejemplo, conformar una red de negocios y comercios que puedan recibir a mujeres que se sientan o estén en situación de riesgo; capacitación a integrantes de distintas organizaciones civiles en el tema, para que luego lo incluyan en sus agendas de acciones, y especialmente de los funcionarios/as públicos/as, la instalación de la perspectiva de género en el tema de la violencia en las diferentes áreas municipales y en el presupuesto participativo de la ciudad de Rosario.
El Taller cerró con un compromiso por parte de los/as asistentes en impulsar estas propuestas y trabajar sobre ellas en el siguiente año.

El por qué de la importancia de abordar este tema

Las ciudades se han planificado y construido desde una concepción de la vida cotidiana de las personas que responde a la división sexual del trabajo (la mujer en la casa y el hombre en el trabajo). A pesar de los cambios culturales y socioeconómicos, la organización física de la ciudad no ha acompañado las nuevas necesidades surgidas de estos cambios, impactando en la calidad de vida de las mujeres, con serios obstáculos para compatibilizar mundo privado y público.

Las mujeres sufrimos, en los espacios públicos, una violencia particular. Somos abusadas sexualmente, padecemos insinuaciones sexuales, chistes y burlas, y conductas invasivas de nuestro espacio corporal., somos miradas como objeto sexual. (en las ciudades latinoamericanas se registran los más altos índices de ataques sexuales, alrededor del 5% de los crímenes denunciados).

La violencia de género como problema de seguridad en la ciudad no está reconocida y menos tipificada, siendo una de las limitaciones fundamentales para el ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres.