Declaración de HIC en la Conferencia Europea Hábitat


Señoras y señores, gracias por la oportunidad de
expresarnos.

Nos alegramos de que la vivienda sea
un tema importante en la agenda de la conferencia Hábitat Europea, pero en el
borrador de la declaración de Praga echamos en falta una referencia clara al
derecho humano a una vivienda adecuada. Y no nos referimos a una referencia
simbólica si no a compromisos de políticas concretas y fondos apropiados. Los derechos
basados en acción requieren el empoderamiento de las personas, la regulación
social de los mercados privados, y alternativas sociales al mercado.

La Coalición Internacional del
Hábitat se fundó en Hábitat I en Vancouver 1976 y trabaja por la defensa,
promoción y realización de los derechos relacionados a la vivienda y a la
tierra en áreas urbanas y rurales, para garantizar el derecho de todo ser
humano a un lugar seguro en el cual vivir en paz y con dignidad. A partir de
estos antecedentes, no demandamos una “Nueva Agenda Urbana” si no una
Agenda Hábitat renovada, basada en la revisión de la Agenda Hábitat II,
aprobada en Estambul en 1996. Algunos de los aspectos positivos de la Agenda
Hábitat II son la referencia clara al derecho a la vivienda y a sus elementos, además
de la referencia al derecho al acceso a servicios como el agua, saneamiento,
transporte, salud y a la educación. La Agenda Hábitat promete satisfacer estas
necesidades sociales habilitando al mercado. Debemos decir que actualmente este
concepto ha fracaso totalmente. En lugar de habilitar a los mercados satisfagan
las necesidades sociales, las políticas de los pasados 20 años han facilitado
que los mercados transformen los bienes sociales en activos financieros.

Muchos parques y entidades de
viviendas, infraestructuras y servicios públicos han sido privatizados. Leyes sobre
la vivienda, impuestos y limitaciones de propiedad y transacciones de capital han
sido privatizados. La provisión de vivienda social ha sido reducida drásticamente
como parte de las medidas de austeridad. En algunos de los países de la región
de la CEPE (Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa), las
políticas de vivienda pública han desaparecido totalmente.

Las consecuencias de estas políticas
a favor del mercado han sido desastrosas para las condiciones de vivienda de
las zonas más pobres de la región. Las personas en muchas ciudades han sufrido
por alquileres y precios de vivienda elevados.
Experimentamos gentrificación y segregación social, conversión de condominios y
desalojos. Hemos visto nuevos caminos de especulación global con las hipotecas
y el estallido del sistema dando lugar a la actual crisis económica y
financiera. Nuestras ciudades y municipios carecen de capacidades para
satisfacer las necesidades de vivienda, de la población existente y de los
inmigrantes. Faltan actores que puedan y tengan la voluntad de construir las necesarias
viviendas asequibles. Mientras tanto la mercantilización y financialización de
viviendas y ciudades continua.

Con el fin de superar la crisis de vivienda y contribuir
a una solución real, necesitamos un cambio significativo en las políticas.
Dejenme expresarlo en tres principios:

1. Ningún mercado privado debe ser habilitado; las
personas y las comunidades deben ser apoyadas y empoderadas.

2. Se necesitan nuevas formas de regularización social de
la tierra y la vivienda, de la propiedad y las hipotecas, incluyendo por
ejemplo el control de la renta y mayor seguridad de la tenencia, mayor
protección a los deudores hipotecarios e impuestos a las transacciones.

3. Los actores de las municipalidades y vivienda pública
deben fortalecerse y facilitarles la satisfacción de las necesidades de
vivienda. Necesitamos nuevas alternativas a los mercados como los fondos rotatorios
para viviendas sociales, viviendas que no sean para el lucro y fideicomisos de
tierras comunitarias.

Solo con un cambio significativo en las políticas de
orientación básicas podremos superar la crisis de vivienda y al mismo tiempo
contribuir a una mayor estabilidad y sostenibilidad económica.

Gracias.