Por Adriana Allen, Presidenta de HIC, 6 de octubre de 2023
Los días 19 y 20 de septiembre de 2023, las Naciones Unidas celebraron en Nueva York la Cumbre de los ODS, que “marcó el inicio de una nueva fase de progreso acelerado hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con orientaciones políticas de alto nivel sobre acciones transformadoras y aceleradas hasta 2030.” El resultado de la Cumbre de los ODS fue una Declaración Política que reafirma la Agenda 2030, al tiempo que reconoce que los ODS están en peligro y compromete a los Estados miembros a “acciones audaces, ambiciosas, aceleradas, justas y transformadoras, ancladas en la solidaridad internacional y la cooperación eficaz.”
Objetivos y participación de HIC
Como se compartió antes de la Cumbre de los ODS, HIC estuvo presente para pedir a los Estados Miembros y a las agencias de la ONU que se comprometan con acciones concretas guiadas por un enfoque basado en los derechos humanos y a través de la inclusión de actores de la sociedad civil y de los gobiernos locales y que se comprometan con iniciativas lideradas localmente como la economía social y solidaria, el derecho a la ciudad, la producción social del hábitat y la defensa y protección colectiva de los bienes comunes. Nuestra Declaración fue elaborada conjuntamente con la Plataforma Global por el Derecho a la Ciudad, y en ella se pide “el reconocimiento efectivo y la inclusión de los actores de la sociedad civil y de los gobiernos locales en el debate, así como el apoyo directo a las iniciativas transformadoras lideradas por ellos”.
En Nueva York, Lorena y yo unimos fuerzas para movilizar apoyos en favor de nuestra Declaración colectiva, trabajando codo con codo con Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) y la Comisión Huairou, entre otros aliados de HIC. Con este objetivo, asistí a dos foros que tuvieron lugar antes y en paralelo a la Cumbre ODS 2023:
(1) El Fin de Semana de Acción ODS convocado por el Secretario General de la ONU para maximizar el impacto de la Cumbre ODS y ofrecer un espacio para que los Gobiernos Locales y Regionales y la sociedad civil organizada sean escuchados,
(2) la Asamblea Popular Mundial (APM) convocada por el Llamamiento Mundial a la Acción contra la Pobreza y coorganizada por más de 50 grupos de la sociedad civil, como plataforma para elevar la voz de la gente, mientras los líderes gubernamentales se reunían en la sede de la ONU en Nueva York. Aunque HIC tiene un estatus consultivo especial en el ECOSOC de la ONU, la participación en la Cumbre de los ODS estuvo muy restringida para la sociedad civil.
Debates centrales
Una lectura cruzada de los debates centrales que tuvieron lugar en la Cumbre sobre los ODS revela un amplio consenso en tres áreas:
- La necesidad urgente de una nueva forma de multilateralismo
- Reformular la acción y los compromisos desde una perspectiva feminista que abogue TANTO por la igualdad de género como por la igualdad en la diversidad.
- Respuestas audaces y urgentes a la crisis climática, integradas también en todos los ODS y con un claro enfoque basado en los derechos.
Prevalece un silencio llamativo en relación con el derecho a la vivienda y la hiperfinanciación de la vivienda y la tierra, y sigue prevaleciendo un enfoque de silenciamiento en relación con otros derechos humanos clave relacionados con el hábitat, como el acceso y el control de los alimentos, el agua y el saneamiento, y la energía.
Los principales retos a los que nos enfrentamos:
Democratizar la gobernanza de la ONU y la arquitectura financiera internacional de los ODS
Muchas organizaciones coinciden con HIC en destacar la necesidad urgente de cambio y estrategias eficaces en el ecuador de la Agenda 2030. Esto incluye la necesidad de avanzar significativamente en la calidad de los espacios institucionalizados de participación significativa y con recursos de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en la implementación, seguimiento y evaluación de los ODS.
Para una evaluación exhaustiva de la inclusión de las OSC en los procesos de examen nacional voluntario, así como de las condiciones institucionales de la implementación nacional de los ODS, véase el último informe de la Alianza de las OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED). El informe revela que en el 84% de los 64 países incluidos en el estudio, solo el 25% han sido señalados por las OSC como representativos de las mismas. Esto significa que las decisiones sobre cómo implementar los ODS, desde la financiación hasta el seguimiento, se toman sin consultar adecuadamente a la sociedad civil y los grupos marginados y sin recibir sus comentarios.
Superar el efecto silo
Podría decirse que lo que se vio en la formulación y aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se está repitiendo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A pesar de la inclusión de un objetivo dedicado a “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles” (ODS11), los derechos relacionados con el hábitat siguen estando aislados y se abordan sin abordar los procesos subyacentes y los motores de la mercantilización y la hiperfinanciación de elementos vitales fundamentales como la tierra, la vivienda, los alimentos, la energía, la movilidad y el agua y el saneamiento. Por ejemplo, en el caso de los alimentos, los ODS enmarcan la seguridad alimentaria en torno a la cuestión de la producción y la disponibilidad, prestando mucha menos atención a las cuestiones de la accesibilidad y la soberanía alimentarias. Una tendencia similar puede observarse en relación con la vivienda, la tierra y el saneamiento, entre otros servicios básicos. La Declaración Política adoptada tras la Cumbre de los ODS hace referencia al compromiso de “promover el acceso de todos a una vivienda adecuada, segura y asequible” en virtud del artículo 38(h), mientras que no avanza en compromisos específicos para proteger el derecho a la ciudad, a la tierra y al saneamiento, y al hacerlo, vuelve a dejar de lado algunos de los objetivos más progresistas de la Nueva Agenda Urbana.
Localización Y democratización
El objetivo de la Cumbre sobre los ODS era lograr avances sustanciales para acelerar la consecución de todos los ODS de aquí a 2030. Dado que en muchas áreas vitales, como la reducción de la desigualdad, la disminución de las emisiones de carbono y la lucha contra el hambre, el progreso desde 2015 se ha estancado o ha retrocedido, está claro que los ODS no solo requieren una aceleración, sino un plan de rescate. Dicho plan no puede avanzar sin la audaz búsqueda de un enfoque basado en los derechos, la articulación de una perspectiva feminista más allá del simbolismo y el reconocimiento del papel vital que las comunidades locales ya desempeñan en la puesta en común y la protección de las funciones sociales y ecológicas de los asentamientos humanos. En definitiva, no basta con la localización entendida como “implementación local”, hay que seguir luchando por una profunda democratización de la Agenda 2030 y la revitalización de la Nueva Agenda Urbana, entendiendo que la participación ciudadana no es sólo el ejercicio de un derecho político sino también la oportunidad para que las políticas sean más legítimas, más inclusivas y más transformadoras. Como destacó el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Gutiérrez, en su discurso de clausura del Fin de Semana de Acción sobre los ODS, los Estados miembros no avanzarán realmente hacia la consecución de los ODS a menos que la sociedad civil les inste a hacerlo. Tras la Cumbre sobre los ODS, dio un paso valiente hacia el fortalecimiento del multilateralismo con el lanzamiento de un Grupo Consultivo que implicará a los gobiernos locales y regionales en la consecución de avances sustanciales hacia la Cumbre de 2024.