HIC apoya la lucha de las comunidades de Santa Cruz Barillas, Guatemala contra la persecución de la empresa hydroeléctrica Hidro Santa Cruz y la represión del Estado.

Las personas abajo firmantes, originarias de Guatemala y otros países, dedicadas a la investigación social, la academia, el arte, las luchas feministas, la defensa de los derechos humanos, del territorio y de la naturaleza, comprometidas con las luchas de los pueblos indígenas y con el futuro de nuestros pueblos, nos vemos en la obligación de exigir al Presidente de la República que aclare los sucesos ocurridos los días 2 y 3 de mayo en Santa Cruz Barillas y que suspenda el Estado de Sitio vigente en ese municipio.

Desgraciadamente, los hechos ocurridos en Santa Cruz Barillas son un caso más de desprecio por la expresión de la voluntad de las y los guatemaltecos; y es muestra del racismo estructural del Estado de Guatemala: en lugar de defender a la población, recurre a la represión para mantener los intereses de empresas nacionales o extranjeras.

 

Usted sabe, señor Presidente, que en 2009 se estableció la empresa española Econer-Hidralia, que se reconvirtió en Hidro Santa Cruz, para poner en marcha el proyecto CAMBALAM. Este proyecto se instalará en un área utilizada tradicionalmente como centro de recreación y como centro ceremonial, limitando  el uso doméstico y agrícola del agua y alterando un entorno ya frágil de por sí por la cercanía de la cabecera municipal

Las comunidades afectadas por el mencionado proyecto no habían sido consultadas como establece la ley, por lo que tomando la iniciativa organizaron sesiones de información y consulta. El resultado de estas consultas fue el rechazo a la construcción de la hidroeléctrica, decisión que se desarrolló en actas comunitarias que se presentaron al Concejo Municipal. El 4 de julio de 2011 se abordó la situación en una reunión con presencia del Alcalde y el Concejal Tercero de la Municipalidad de Barillas y autoridades comunitarias en la que se determinó nuevamente la negación a la construcción de la hidroeléctrica y se levantó el acta 09-2011 de la Municipalidad de la Villa de Barillas.

 

La empresa empezó sus actividades sin ningún respeto por la voluntad expresada formalmente por las comunidades y la Municipalidad de Barillas. Por el contrario, además de intimidar con el uso de la fuerza, se dedicó a denunciar legalmente a líderes y gentes que no querían vender sus tierras. En 2011 la empresa contrató seguridad privada con lo que la zozobra, la inseguridad y la confrontación fueron aumentando hasta que la población decidió desmontar parte del cerco de la propiedad.

En enero de 2012, las nuevas autoridades municipales convocaron a la empresa para buscar una solución a la situación, pero cinco días después, y sin avisar, empezó a llegar la maquinaria pesada que la población desactivó.

Viendo como se ignoraba su voluntad, las comunidades volvieron a expresar por escrito su rechazo a la hidroeléctrica exigiendo el respeto sus decisiones y a la legislación vigente en el manifiesto del 30 de marzo 2012 dirigido al Alcalde y al Consejo Municipal de Barillas.

Es decir, desde hace tres años se vive en Santa Cruz Barillas una situación de tensión por la decisión de la empresa de llevar a cabo los trabajos, sin respetar la voluntad de las y los vecinos, intentando manipular y comprar las voluntades de algunos líderes e intimidando a la población con exhibición de fuerza (armamento y explosivos) y el uso perverso del sistema de justicia. Hechos que se denunciaron ante la Policía Nacional Civil.

En este contexto es cuando al iniciar la feria titular del municipio, don Andrés Francisco Miguel, don Pablo Antonio Pablo y don Esteban Bernabé fueron emboscados cuando salían de la cabecera municipal hacia Santa Rosa, su comunidad y les dispararon. Don Andrés Francisco resultó muerto. Era uno de los líderes comunitarios que no vendió su tierra, pese a las presiones recibidas por la empresa Hidro Santa Cruz. En 2010, Don Andrés Francisco interpuso una denuncia en la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) por persecución e intimidación de parte de la empresa.

Dado el ambiente de tensión existente, muchos pobladores interpretaron esta ejecución como un paso más en las estrategias intimidatorias de la empresa. El asesinato del líder comunitario, exacerbó los ánimos y produjo una natural respuesta de indignación. Como consecuencia, 5mil personas fueron a buscar a los miembros de la seguridad y al no hallarlos, fueron al destacamento militar donde se rumoreaba que se escondían. A partir de ahí, se desarrollaron los hechos públicamente conocidos en los que probablemente participaron personas ajenas a las comunidades afectadas por la hidroeléctrica.

Ante esta situación, usted, señor Presidente, decretó el Estado de Sitio y envió 400 policías y 500 militares a ese remoto municipio. Las detenciones y los cateos no se hicieron esperar, y las fuerzas del orden empezaron a circular listas de sospechosos a los que buscaban. El Ministro de Gobernación y usted mismo, Señor Presidente, negaron ante la prensa cualquier vinculación de la muerte de don Andrés Francisco y la reacción de la población, achacándolo a la ebriedad propia de la fiesta y después a la provocación por parte del crimen organizado.

Pese a ello, las organizaciones de Santa Cruz Barillas denuncian que se está criminalizando la resistencia social. Nos preocupa la situación de las personas detenidas, temiendo especialmente por las mujeres dados los abusos contra sus vidas y cuerpos que históricamente han sido cometidos por las fuerzas de seguridad. Con esta suspensión de las garantías constitucionales ustedes buscan implementar en Santa Cruz Barillas un estado de terror, argumentando la presencia de narcotráfico como una cortina de humo que oculta el verdadero conflicto de trasfondo.

Señor presidente, nos indigna que en su gobierno se esté profundizando la militarización, la persecución y el terror como política pública, y el uso del Estado para la defensa de la agenda económica y de competitividad del empresariado nacional y transnacional.

Ante estos hechos, queremos manifestar nuestra profunda preocupación por varios motivos:

  • Los hechos de Santa Cruz Barillas no son los primeros en que, cuando la población organizada se opone a proyectos lesivos, se responde usando la fuerza y torciendo la ley de forma reiterada e impune por parte de las empresas. Y cuando se da una reacción por parte de la población, las autoridades se olvidan de estos antecedentes y se les acusa y criminaliza como “maleantes”, utilizando además toda la fuerza pública y de la ley. Así pasó en Livingston en 2008, en San Juan Sacatepéquez en 2009, en el Polochic en 2011, en Regadíos, Cunén a inicios de este año.

  • En muchas comunidades de Guatemala se dan situaciones de tensión y se incrementa la conflictividad ante la presencia de empresas que imponen sus intereses impunemente, sin tener en cuenta la voluntad de los habitantes de los lugares. La impresionante participación y unanimidad de las consultas comunitarias de buena fe no puede ser desconocida bajo ninguna circunstancia por las actuales autoridades. Mucha gente se siente engañada por la falta de respeto a la voluntad colectiva expresada en las consultas.

  • El recurso al Estado de Sitio no asegura que se resuelvan las causas que llevaron al hecho conflictivo, lo mismo que la presencia de brigadas militares en las áreas en pugna con los intereses comunitarios sólo asegura la “paz” de los fusiles. Los cateos, las listas negras y las detenciones arbitrarias recuerdan a los peores momentos del Estado contrainsurgente que debería haber desaparecido con la Firma de los Acuerdos de Paz en 1996.

Por eso, ante los graves hechos ocurridos en Santa Cruz Barillas, exigimos que de forma inmediata:

  1. Se anule el Estado de Sitio y se reintegren las garantías constitucionales a todos los habitantes de Barillas.

  2. Se libere a todas las personas que están en poder de la policía y el ejército y que no se les pueda probar delito alguno.

  3. Se inicie una investigación real y exhaustiva para dar con los responsables del asesinato de don Andrés Francisco Miguel y del ataque a don Pablo Antonio Pablo y don Esteban Bernabé.

  4. Se garantice la seguridad de todos los líderes hombres y mujeres y gente movilizada que ha sido denunciada y/o amenazada por la empresa Hidro Santa Cruz.

  5. Se asegure el respeto a la vida y los derechos humanos de todas las personas dirigentes y activistas comunitarias que en este momento son amenazadas o permanecen encarcelados por defender sus territorios.

  6. Se garantice la propiedad privada de las familias comunitarias por parte del Estado guatemalteco, ante las amenazas y presiones de la empresa Hidro Santa Cruz, la cual violenta los derechos de personas guatemaltecas e invade las tierras campesinas.

  7. Se reconozca  la validez y los resultados de las consultas comunitarias llevadas a cabo en Barillas en relación a la Hidroeléctrica, y unas 61 consultas más realizadas hasta ahora en todo el país. El Convenio 169 de la OIT, el Código Municipal y la misma Constitución de la República avalan la lucha de los pueblos indígenas por defender su territorio.

  8. Se suspenda la actividad de Hidro Santa Cruz, así como de las demás empresas hidroeléctricas del país, mineras, cementeras, petroleras y otros proyectos extractivos, hasta que las comunidades cuyos territorios sean afectados no hayan sido escuchadas y tenidas en cuenta.

  9. Se dé paso a un verdadero diálogo sobre el futuro del país para resolver de forma integral los reclamos de los pueblos indígenas y demás comunidades ante los intereses de las empresas nacionales y extrajeras que buscan lucrar con los recursos naturales.

  10. Que el gobierno de la República cumpla su obligación de defender a sus ciudadanos y no a las empresas.


Guatemala, 6 de mayo de 2012


  1. Luis Solano.

  2. Santiago Bastos. Doctor en Antropología.

  3. Andrés Cabanas, periodista y analista político.

  4. Tania Palencia Prado.

  5. Rocío García.

  1. Kajkoj Maximo Ba Tiul, maya poqomchi, antropólogo, Centro de Reflexiones Nim Poqom.

  2. Rigoberto Queme Chay

  3. Aura Cumes, Antropóloga e investigadora

  4. Jacobo Mogollón

  5. Arturo Taracena Arreola, UNAM México.

  6. Carlos Figueroa Ibarra.

  7. Ana Silvia Monzón, Socióloga Feminista.

  8. Alejandro Flores, Sociólogo.

  9. Iduvina Hernández Batres, Guatemala.

  10. Seguridad en Democracia -SEDEM-, Guatemala.

  11. Álvaro Revenga, abogado y periodista.

  12. Manuela Camus

  13. Raúl Molina Mejía, Secretario de Relaciones Internacionales de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) y Profesor de Historia en la Long Island University, Nueva York, Estados Unidos

  14. Magdalena Ferrín Pozuelo

  15. Carlos Loarca, Asesor en Derechos Humanos

  16. Ximena Morales Amnistía Internacional; Lugano, Suiza

  17. Ana María Ramazzini

  18. Nelton Rivera González.

  19. Quimy De León

  20. Cristina Chiquín. Grupo de Mujeres Ixchel.

  21. Mayra Godoy

  22. Patricia Castillo

  23. Coordinación de ONG y Cooperativas -CONGCOOP-

  24. Ernesto Ponce.

  25. María Eugenia Díaz, Feminista guatemalteca.

  26. Enrique Corral Alonso. Director General, Fundación Guillermo Toriello.

  27. Leonor Hurtado.

  28. Alianza de Mujeres Rurales.

  29. María Gabriela Escobar Urrutia

  30. Ángel Berna Gil

  31. Carmen Reina. Feminista y Analista Política.

  32. Asociación CEIBA

  33. Ana García Aupi.

  34. Katharina Dechert.

  35. Mario Sosa, Antropólogo social.

  36. Adelaida González Menéndez.

  37. Carlos Federico Lima Taracena.

  38. Alicia Catalina Herrera Larios.

  39. José Fernando Moreira Ramírez, Universidade Estadual Paulista, Brasil.

  40. Gladys Bala.

  41. Gabriela Porras Flores.

  42. Diana García.

  43. Christiane Dechert, Wyoming Guatemala Accompaniment Project (WYGAP).

  44. Laura Montes, feminista.

  45. Claudia Acevedo.

  46. Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC).

  47. Red Latinoamericana contra las Represas y en Defensa de los Ríos (Redlar).

  48. Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México.

  49. Convergencia de Movimientos de los Pueblos de las Américas (COMPA).

  50. Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).

  51. Movimiento Mexicano de Afectados por las Represas y en Defensa de los Ríos (MAPDER).

  52. Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4).

  53. Julio Ventura.

  54. Roberto Mercantante.

  55. Cecilia González.

  56. Rodrigo Batres.

  57. Martha García.

  58. Esmeralda Cajas Cuesta, Abogada, Activista independiente.

  59. Edda Gaviola Artigas

  60. Adelina Gutiérrez

  61. Sergio Belteton De León.

  62. Pedro Alfonso Romero García, estudiante de Psicología USAC.

  63. Byron Garoz, Colectivo de Estudios rurales IXIM.

  64. Randy Josué Barrios Arreola, Frente Popular FP.

  65. Ana Lucrecia Molina Theissen, cedula A1- 508277.

  66. Lisett Aguilar Prado Dra. Otorrinolaringóloga; Colectiva de Mujeres feministas de izquierda

  67. Jonathan Rodas

  68. Maya Cú.

  69. Dawn Paley, Periodista, Canadá.

  70. Cecilia Villatoro.

  71. Julieta Hernández González

  72. Organización Lambda Igualdad, Dignidad, Derechos, Organizacion LGBTI

  73. Ab Ak Tul.

  74. Alicia Catalina Herrera Larios, Asociación K’amalbe, Malacatancito, Huehuetenango.

  75. Gabriela Porras Flores.

  76. Lateinamerika Gruppe 1083, Frankfurt Alemania.

  77. Carlos Federico Lima Taracena.

  78. Mario Sosa, Antropólogo social.

  79. Katharina Dechert.

  80. Ana Lucia Hernández Cordero, Antropóloga.

  81. Gabriela Escobar Urrutia.

  82. Domingo Hernández, Asociación maya Uk’ux B’e

  83. Máximo Arnoldo Curruchich Cumez, columnista editorial GT.

  84. Alessandra Vecchi, master en desarrollo y descentralización.

  85. Tomás González-Caballos Íñigo. CÓRDOBA  (España). .

  86. Marcelo Coj, columnista en Plaza Pública.

  87. Laura Hurtado, Socióloga.

  88. Habitat International Coalition-HIC

  89. Habitat International Coalition Latin-America HIC-AL

     

    Para firmar la petitición haz clic aquí