PALABRAS DE RESUMEN DE LA CEREMONIA A CARGO DE VÍCTOR RAMÍREZ,
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIIONAL DE LA VIVIENDA
DÍA MUNDIAL DEL HÁBITAT 2007
Quisiera en primer lugar agradecer a todas las personas que han aportando valiosas reflexiones sobre diferentes aspectos relacionados con la seguridad ciudadana.
Este tema, seleccionado este año por el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Urbanos (ONU-Hábitat) reviste un gran interés para todos los que vivimos y nos desenvolvemos en las ciudades.
Es importante enfrentar y luchar por revertir los impactos del crimen, la violencia, la inseguridad en la tenencia y los desastres naturales o provocados por el hombre, pero es mucho más trascendente pensar y accionar en la prevención de estos sucesos y para evitar sus consecuentes daños materiales, físicos y psíquicos.
En algunos materiales publicados con relación a este Día Mundial del Hábitat se analiza la relación entre el crecimiento urbano y el aumento de la criminalidad, pero el problema es más complejo y a mi juicio viene dado no por el incremento de la población urbana sino por las condiciones de vida de estas personas y los valores que desarrollan como seres humanos.
La desigualdad, la pobreza, la falta de oportunidades para el desarrollo humano están en la raíz de muchos de los problemas que se evidencian en las ciudades del mundo y en particular de nuestra región de América Latina y el Caribe y es sobre estos aspectos que deberán actuar para atenuar sus tan dañinas consecuencias.
Por ello considero importante dedicar unos minutos a examinar las condiciones en las que vive la sociedad cubana. En nuestro país la satisfacción de las necesidades básicas para garantizar un nivel de vida decoroso es un derecho ciudadano. Así los derechos al trabajo, la salud, la educación, la vivienda y la protección contra el desamparo tienen rango constitucional. Tanto los trabajadores como las familias están protegidos ante los riesgos de vejez, invalidez, accidente, desempleo y falta de ingresos, entre otros.
El logro de una sociedad más equitativa ha sido un objetivo esencial de la política social cubana para garantizar que toda la población, sin discriminación por género, color de la piel, estatus social o creencias, pueda tener iguales oportunidades económicas y sociales. Esto se materializa en una política multisectorial que abarca diferentes esferas y la amplia cobertura de la misma ha permitido alcanzar importantes logros a favor de la integración social.
Los principios de universalidad, solidaridad e integralidad en las políticas, de conjunto con la promoción de valores éticos y morales constituyen una base importante para lograr la equidad y con ello la disminución de los riesgos de la violencia.
En particular, con relación al tema de la seguridad de la vivienda, desde 1959 se establecieron las bases legales de la política de desarrollo habitacional que incluyó la eliminación de los desahucio, la rebaja de alquileres, la erradicación del desalojo y la eliminación del pago de alquileres en ciudadelas, casas de vecindad, cuarterías y solares.
A partir de la Ley de Reforma Urbana de 1960 se dispuso la entrega en propiedad a sus ocupantes y la indemnización a sus anteriores propietarios y en 1984 y 1988 se dictaron Leyes que ratificaron la política esencial establecida hasta entonces y ampliaron a la casi totalidad de la población la titularidad y la seguridad en la tenencia.
Con relación a la vulnerabilidad ante desastres naturales, nuestro país ha dado ejemplos en la organización y procedimientos para el enfrentamiento a todo tipo de desastres y en especial a los fenómenos naturales que afectan en mayor medida nuestro fondo habitacional, lo que ha permitido salvar numerosas vidas humanas y bienes materiales, habiéndose extendido solidariamente estas significativas experiencias a otros pueblos.
Nos satisface por tanto la justa y merecida decisión de entregar la Distinción Hábitat del presente año al Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil como principal órgano de dirección del Sistema de la Defensa Civil de Cuba y lo felicitamos a nombre de Nuestro Instituto y del Comité Nacional Hábitat.
Felicitamos también por haber obtenido esta distinción al Co. Gerardo Hernández, Pupi para todos los que lo conocemos y hemos tenido el privilegio de seguir de cerca su trayectoria, por el intenso trabajo desarrollado durante muchos años, su liderazgo indiscutible y los notables resultados obtenidos en la transformación integral de su pueblo y el mejoramiento integral de la calidad de vida de sus habitantes.
Nos ha llenado a todos de satisfacción conocer de la elección del Co. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, al Pergamino de Honor de ONU-HÁBITAT 2007, el premio más prestigioso otorgado por las Naciones Unidas en reconocimiento al trabajo llevado a cabo en el campo del desarrollo de los asentamientos humanos.
Nada tan merecido como este galardón a quien, como se expresa en la carta de reconocimiento de la directora Ejecutiva de UN-Hábitat, se ha hecho merecedor “por sus muchos años de carismático liderazgo y exhaustiva dedicación a la restauración y conservación del Centro Histórico de La Habana”.
La conmemoración de este día, deberá ser para todos nosotros un estímulo mas para continuar avanzando en el propósito de continuar mejorando las condiciones habitacionales de nuestro pueblo y la imagen y calidad de nuestros asentamientos.
Muchas gracias